Su sensual fragancia atrae, de igual manera, a los hombres y a las mujeres. El sabor y el aroma nos son familiares porque se utiliza de muchas formas culinarias (pasteles, cremas, chocolates, helados…) y en cosmética como fragancia de perfumes y cremas.
Se dice que nos transporta a los momentos más dulces de nuestra infancia a través de la conexión olfato-memoria. En el plano espiritual es utilizada para revitalizar el cuerpo físico y el cuerpo astral a través de la relajación y paz interior que ella produce. Alivia la tristeza y la soledad. Es como un abrazo que brinda consuelo y calidez, es un compañero confortable durante el invierno y puede ser de gran apoyo en situaciones difíciles.
Es un estimulante de sistema nervioso central muy agradable que al mismo tiempo tranquiliza y tonifica en caso de debilidad psíquica y emocional. Mejora la relación romántica y amorosa entre la pareja y ayuda a encontrar algo nuevo y “dulce” en la rutina familiar. Se considera afrodisíaco porque, con la oportuna visualización, el aroma de la Vainilla produce cierta excitación sexual.
¿sabías que en la magia popular americana, las mujeres se echaban algunas gotas de tintura de Vainilla detrás de las orejas para atraer a los hombres?
El aroma de la vainilla combina muy bien con otros como el sándalo y la lavanda.